6 de septiembre de 2009

Big Cola causa problemas de contaminación ambiental en Funza

Los continuos y malos olores que ha provocado la fábrica de gaseosas peruana, Big Cola, en Funza, han despertado una gran controversia. Aparentemente la industria tiene sus permisos en orden, pero los vecinos se quejan por el alto nivel de contaminación ambiental y la destrucción del Humedal Dalí; lo que hace pensar que algo no está funcionando bien.

La fábrica comenzó a funcionar hace un poco más de dos años de manera ilegal y como por arte de magia obtuvo sus permisos en menos de una semana. Sin embargo, los rumores sobre la irregularidad en el proceso, realizado por alcaldía de Funza, cada vez tienen mayor fuerza, ya que se habla de irresponsabilidades en la otorgación irregular de los permisos. ONGs como Medio Ambiente y Saneamiento han comenzado a acusar y demandar a las autoridades municipales por las negligencias cometidas en el asunto.

A pesar de cumplir, aparentemente, con todas las normatividades legales, hoy se pone en duda la previa investigación del cumplimiento de requisitos ambientales, ya que la empresa no cuenta con un sistema de tratamiento y vierte sus desechos al humedal Dalí. Los cultivos del sector, por lo tanto, se estan abasteciendo de agua contaminada y esto es lo que ha originado contaminación y malos olores en toda la zona.

La Secretaría de Planeación y la CAR han ido a visitar el lugar para ver qué ocurre dentro de la planta, pero no han econtrado negligencias dentro de ella. El paso a seguir es hacer una exhaustiva revisión dentro de la maquinaria y desocupar una parte del Humedal para revisar las tuberías y asi ver cómo y en dónde desembocan los desechos.

Por ahora no se plantean soluciones ambientales y por el contrario ha comenzado una guerra política de Ajegroup (Big Cola) contra las entidades ambientales del sector, ya que la compañía demandará a a estos actores por "difamación y competencia desleal".

Sin embargo, Alfredo Paredes Zamora, director de asuntos corporativos de la compañía, no hizo distinción sobre los actores en los que recaerá la demanda y el hecho de que la fábrica se encuentre en estos líos ambientales y jurídicos pone en peligro su propio funcionamiento, lo que traería consigo una taza de desempleo para la región
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